El 2020 quedará en la historia del universo como el año en que el mundo se paró por el Covid-19, y todos tendremos historias de cuarentena para contar. Hoy, para muchos será un día de esos que pasan sin trascendencia, o tal vez, será el día en que alguien no puede festejar tu cumpleaños como lo soñó, pero hoy también será el día en que, por primera vez, un estudiante de Ingeniería se graduó vía Zoom ¿Vía Zoom? Sí, sorprendentemente esta pandemia nos hizo aprender, profundizar, consolidar las herramientas virtuales disponibles hasta el punto de organizar una defensa oral para que un estudiante logre su título universitario... Y eso lo convierte en un día especial, un día histórico.
Daniel Cabral es el protagonista de esta historia. "Me siento muy agradecido y feliz! Nunca pensé en terminar la carrera en esta época tan especial por la pandemia, pero quería cerrar esta historia, que era un pendiente, y quería darle un final. Me siento aliviado y muy agradecido hacia todas las personas que se pusieron contentas por este logro: los docentes integrantes del jurado, el personal de la Facultad y todos mis seres queridos", cuenta mientras toma unos mates ya más tranquilo.
Todo listo, protocolo chequeado, docentes y estudiante conectados. El reloj marcó las 16 horas y el Zoom comenzó la grabación. A los nervios habituales que genera una defensa de Proyecto Final, se le sumaron aquellos vinculados a la novedad, pero todos los recursos tecnológicos estaban óptimos. Daniel comenzó su presentación, que duró unos 45 minutos. El tribunal escuchó atentamente. Al terminar la exposición, un par de preguntas... Y llegó el momento de la devolución: interesante presentación, buen trabajo desarrollado, y algunos detalles a mejorar del informe determinaron el 8 final, que quedará como la última calificación que le dio el título de Ingeniero en Sistemas a Daniel Cabral.
Esta vez no hubo ruido en el Centro Universitario. Esta vez, el engrudo no decoró a nuestro flamante graduado. Esta vez, la emoción, la alegría, la satisfacción y el alivio de cerrar una etapa tan importante se vivió en casa, con los cercanos, cuidándonos.
Otra batalla ganada contra este poderoso virus que no vencerá, y que lo recordaremos como aquel intruso que se metió en nuestras vidas para enseñarnos a valorarla.
¡Felicitaciones Ingeniero Cabral!
